testimonio poetico: Luis Alberto Ambroggio

RESABIO

No has muerto.

Retorno niño de tu sangre

gotas de una palabra inquieta

Devoras con el ojo

que no envejece

las historias

la compasión inútil

la corrupta ocupación

de las monedas,

la culpa inmune del barniz.

¿Dónde está tu madre?

El beso del idioma,

tu tribu,

esa falda de cenizas,

que atormentan

la luz inicial

de tus pies ariscos.

Vives en las alas

Del alfabeto

la dicha desnuda

de un juego.

©Luis Alberto Ambroggio (del poemario Aza(ha)res de la memoria)

LA AVIDEZ DE LAS RAÍCES

El deseo es un paraíso a la vista

mientras no desfraude la ventana

ni nos tiente el roce del regreso

o la intrigante calidez de la memoria.

Desteñida y estridente,

en las riberas y los tiempos,

vibra la voz antigua y nueva

de los vestigios y las cartas.

¿Por qué no ser feliz,

colibrí al borde del momento,

yendo sin volver, o saltando

en el lugar preciso de la existencia?

Pero el encanto de la historia conjura

sus ambigüos márgenes en alas, esqueletos,

acaso el hábito elocuente de las fotos.

El deseo y el olvido se paracen

en el genealogía de sus gritos.

Me libero hundiéndome en la vida,

la tierra madre,

la que es más que viento,

sombra, eco, promesa,

la que es,

el jardín sin las piedras.

Washington DC, 20 de Agosto de 2010.

©Luis Alberto Ambroggio (del poemario Aza(ha)res de la memoria)

DESEO

Ser un pájaro,

o mejor no un pájaro,

sino un árbol

para vencer del algún modo

la distancia

y estar los dos

en un lugar

volándonos quietos

debajo de las hojas

y las plumas.

©Luis Alberto Ambroggio (del poemario Aza(ha)res de la memoria)

No hay comentarios:

Publicar un comentario